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¿Por qué experimentamos amor? : El coctel neuroquímico

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¿Por qué los humanos experimentamos amor?

¿Alguna vez te lo has  preguntado?

Un coctel neuroquímico de neurotransmisores, hormonas, e impulsos nerviosos participan para que sientas de esa manera cuando estas enamorado. ¿Te interesa saber mas? Sigue leyendo.

 

¿Por qué Experimentamos amor? 

 

Como tal, el amor claramente no es «solo» una emoción; es un proceso biológico dinámico y bidireccional. Impregna todos los aspectos de nuestras vidas y ha inspirado todas las formas posibles de arte.

El amor también tiene un efecto profundo en nuestro estado físico y mental.

Existen algunas evidencias del poder curativo del amor. También que su ausencia mata. Un «corazón roto» o una relación fallida pueden tener efectos desastrosos; el duelo altera la fisiología humana e incluso puede precipitar la muerte. Sin relaciones amorosas, los seres humanos no prosperan, incluso si se satisfacen todas sus otras necesidades básicas.

Lo cierto es que el cuerpo busca el amor y responde constantemente a la interacción con los seres queridos o a la ausencia de dicha interacción.

¿Pero qué se esconde tras el velo del amor? ¿Qué lo desencadena? ¿Cómo se producen las sensaciones? ¿Qué lo volatiza, o lo arraiga? ¿Es una atracción física, cuestión de química?

Solo recientemente la ciencia ha centrado su atención en proporcionar una explicación.

El estudio del amor, en el contexto científico,  intenta descifrar la receta de este complejo coctel: 

Pones unos cuantos neurotransmisores, otras tantas hormonas, lo agitas con descargas eléctrica y !Voala!, estas enamorado.

Dependiendo de cómo varíen estos ingredientes variara la intensidad, la duración, o el duelo por la perdida.

Demasiado profano, ¿no es verdad? Sin embargo, no está lejos de la realidad.

Como te comente la ciencia ha tomado interés recientemente en proporcionar una explicación fisiológica, y una base biológica a las relaciones interpersonales, y ha encontrado respuestas en  el creciente conocimiento de los mecanismos neurobiológicos y endocrinológicos que rigen el comportamiento social y el compromiso interpersonal.

 

El coctel neuroquimico del amor

 

 

Sí, el amor es biológico.

 

Nada en biología tiene sentido excepto a la luz de la evolución. El famoso dicho de Teodosio Dobzhansky también es válido para explicar la evolución del amor.

La vida en la Tierra es fundamentalmente social: la capacidad de interactuar dinámicamente con otros organismos vivos para apoyar la homeostásis, el crecimiento y la reproducción mutuos evolucionó temprano. Las interacciones sociales están presentes en los invertebrados primitivos e incluso de organismos unicelulares: las bacterias reconocen y se acercan a los miembros de su propia especie y se reproducen con más éxito en presencia de su propia especie al punto de formar comunidades con características físicas y químicas que van mucho más allá de las capacidades de la célula individual.

Como otro ejemplo, las especies de insectos han desarrollado sistemas sociales particularmente complejos, conocidos como «eusocialidad». Caracterizada por una división del trabajo, y reguladas por un conjunto complejo de genes y sus interacciones, que son resultado de una “forma acelerada de evolución

Las vías evolutivas

que llevaron de los reptiles a los mamíferos, permitieron el surgimiento de sistemas anatómicos únicos y mecanismos bioquímicos que permiten el compromiso social y la socialidad selectivamente recíproca. Los reptiles muestran una inversión parental mínima en la descendencia y forman relaciones no selectivas entre los individuos. Los dueños de mascotas pueden apegarse emocionalmente a su tortuga o serpiente, pero esta relación no es recíproca. Por el contrario, muchos mamíferos muestran una intensa inversión de los padres en la descendencia y forman vínculos duraderos con la descendencia. Varias especies de mamíferos, incluidos humanos, lobos y ratones de campo de la pradera, también desarrollan relaciones duraderas, recíprocas y selectivas entre adultos, con varias características de lo que los humanos experimentan como «amor». A su vez, estas interacciones recíprocas desencadenan mecanismos de retroalimentación dinámica que fomentan el crecimiento y la salud.

Por supuesto, el amor humano es más complejo que los simples mecanismos de retroalimentación. Pero es útil saber que al igual que en otros mamíferos, está respaldado por componentes biológicos que fueron desarrollados durante el curso de la evolución, y esto eventualmente permite relaciones duraderas entre adultos.

Amor vs excitación sexual

 

por que experimentamos amor

 

Aunque comparten patrones comunes de activación cerebral, la excitación sexual y la experiencia del amor romántico son distintas entre sí,  porque sus impulsos correspondientes evolucionaron en diferentes contextos.

El impulso sexual es una consecuencia de la estrategia de apareamiento sexual, mientras que el amor romántico se desarrolló a partir de la relación niño-madre, lo que  podría explicar ciertas características únicas de la sexualidad humana. Por ejemplo, el deseo sexual femenino puede haberse desacoplado de la fecundidad, y el pecho femenino puede haberse convertido en un estímulo erótico para los hombres, para activar los antiguos sistemas de vínculo materno.

Desde una perspectiva evolutiva, el amor romántico es un sistema de motivación que aumenta la eficiencia y que dirige la atención y la energía de apareamiento hacia una pareja potencial específica. El sentimiento de amor romántico (también amor encaprichado o ‘limerencia‘) es la sensación más fuerte conocida por la humanidad y se caracteriza por una mezcla de alegría estimulante e insoportable, ansiedad, pensamiento obsesivo y anhelo de unión emocional y física. Es muy probable que el amor romántico sea conocido y reconocido por todas las culturas humanas aunque el nivel de intensidad experimentado varía mucho entre los individuos, probablemente reflejando la vida personal, historia, así como factores genéticos y culturales.

Suponte que Vas caminando por la calle y ves a ese ser potencial. Te sientes atraído, te pones nervioso, quieres irte, acercarte, le piensas, quieres verle otra vez, te sientes intoxicado. Literalmente así es:

Intoxicado con el coctel neuroquímico del amor.

 

 

 

coctel neuroquimico del amor

 

 

Neuroquímica del amor (coctel neuroquímico del amor)

 

Y es que por poco poético que te resulte, la atracción humana y el amor romántico se basan en una compleja red neurobiológica que involucra niveles alterados de dopamina, noradrenalina y serotonina, tres neurotransmisores también asociados con la excitación sexual, la motivación y el pensamiento obsesivo.

NEUROTRANSMISORES

 

Dopamina

 

El escaneo de cerebros humanos de sujetos enamorados por Resonancia Magnética Nuclear Funcional (RMNF) en varios estudios clínicos  demostraron que las imágenes 2D de la persona amada conducen a un patrón único de activación de áreas cerebrales que son estructuras que liberan dopamina. También mostraron que los lugares de mayor actividad cambian con la progresión del amor romántico.

Una de estas estructuras altamente inervadas por neuronas dopaminérgicas, el núcleo caudado, es parte del sistema de recompensa cerebral, el mismo circuito sobre el que actúan drogas como la nicotina, la cocaína y la heroína en los seres humanos para producir euforia y adicción,  y se ha demostrado que está involucrado en la etapa temprana y media del amor romántico.

Esto explica por qué el amor aunque no es estrictamente una adicción puede comportarse como tal.

Dopamina también es responsable de facilitar el recuerdo del estímulo asociado a la recompensa, por eso la felicidad que se siente al ver el objeto de amor aun en fotos. A medida que te familiarizas con el objeto de deseo, la dopamina deja de ser necesaria y ya no se secreta. Esto explica el por qué las nuevas relaciones son exitantes, al principio y por qué se pierde interés.

El neurotransmisor no solo promueve el recuerdo del amado, si no de la información necesaria para ejecutar la respuesta que lleve a conseguir dicho premio. Por eso muchos enamorados realiza acciones casi heroicas para estar con el objeto de deseo. Podría ser que las nuevas pruebas de amor demandadas entre enamorados se limiten a una  RMN funcional. ¿Te imaginas?

 

 

Serotonina

 

Respecto a la serotonina, parece haber una asociación entre una reducción de sus niveles y el estado de amor romántico. Esta condición es compartida con el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), con el que además comparte síntomas como pensamiento obsesivo e intrusivo. No puedes dejar de pensar en la persona objeto de amor, tus niveles de serotonina están bajos.

Ademas, La serotonina, tiene un efecto inhibitorio sobre el comportamiento sexual, y estudios demuestran que hombres enamorados tienen notable reducción de sus niveles. Esto tiene sentido desde el punto de vista evolutivo. Resultados en mujeres han sido contradictorios.  Los medicamentos usados para aumentar niveles de serotonina reducen el impulso sexual. Prozac, por ejemplo, conduce a una disminución del apetito sexual en ratas macho así como en humanos. Si bien la serotonina juega un papel inhibidor, la dopamina juega un papel excitador en el comportamiento sexual masculino.

Por otra parte, el período refractario en humanos es más pronunciado en hombres que en mujeres, así que la hipótesis de los niveles bajos de serotonina central en los hombres durante el amor romántico tiene perfecto sentido desde una perspectiva evolutiva, ya que entonces este descenso  aumentaría el impulso sexual y el desempeño al reducir el periodo refractario.

Además del aumento de la libido y el funcionamiento sexual, la disminución de serotonina y el aumento de los niveles de dopamina parecen servir también para señalar el interés romántico a través de la activación de un comportamiento incómodo y ambiguo en el sujeto enamorado, mientras que el pensamiento intrusivo asociado es necesario para mantener el enfoque en el objeto de amor. También se asocia a la incapacidad de poder dormir.

Noradrenalina

 

Junto con  la dopamina, la noradrenalin es importantes para la motivación, la resistencia y la energía en el comportamiento de cortejo y la fase inicial de la relación.

 

SISTEMA NEUROENDOCRINO

 

A parte de neurotransmisores, hay activación del sistema neuroendocrino. Las hormonas de unión vasopresina y oxitocina, así como las endorfinas, la hormona del estrés cortisol, y adrenalina intervienen en el proceso.

Oxitocina y vasopresina

 

 

 

 

La oxitocina tiene un papel importante en las interacciones sociales,  el comportamiento de los padres, y la formación de vínculos permanentes.

Se asocia con la inmovilidad sin miedo. Esto incluye posturas y estados fisiológicos relajados que permiten el parto, la lactancia y la conducta sexual consensuada.

La vasopresina está asociada con la movilización física y emocional, y apoya la vigilancia y los comportamientos necesarios para proteger a una pareja o un territorio, así como otras formas de autodefensa adaptativa. Esto puede explicar las conductas de agresión inducida por el apareamiento  especialmente obvia en los machos.

Por supuesto, la oxitocina no actúa sola. Su liberación y acciones dependen de muchos otros neuroquímicos, incluidos los opioides endógenos y la dopamina. Particularmente importantes para el vínculo social son las interacciones entre la oxitocina y y la vasopresina.

La oxitocina y la vasopresina interactúan para permitir los estados y comportamientos dinámicos necesarios para el amor. Tienen funciones compartidas, pero no son idénticas en sus acciones.

Cuando se bloquean los efectos de ambas hormonas se  inhibe la socialidad selectiva, que es esencial para la expresión de un vínculo social.

Los roles conductuales específicos de la oxitocina y la vasopresina son especialmente difíciles de desenredar porque son componentes de una red neuronal integrada con muchos puntos de intersección. Ambos péptidos pueden unirse y tener efectos de estimulación o bloqueo en los receptores del otro. Además, las vías necesarias para el comportamiento social recíproco se adaptan constantemente: estos péptidos y los sistemas que regulan están siempre en constante cambio.

Cortisol

 

Los niveles de cortisol, la hormona del estrés, según estudios, son más altos en las mujeres y los hombres que se enamoraron recientemente (6 meses) en comparación con un grupo de control. Contribuye al estado de alerta presente en los enamorados.

Testosterona

 

Estudios demuestran que los niveles de testosterona en los hombres disminuyen y en las mujeres aumentan en la etapa inicial de la relación. A primera vista, estos datos contrastan con la opinión general de que la lujuria en ambos sexos se asocia principalmente con la testosterona. Sin embargo, la disminución de testosterona en los hombres observada apenas tiene efectos inhibidores sobre el desempeño sexual, ya que los hombres jóvenes sanos tienen más testosterona circulante de la necesaria para el funcionamiento sexual normal.

La estimulación simpática, aumenta la secreción de Adrenalina:

 

La adrenalina es la responsable de síntomas como incremento de la presión sanguínea con consecuente palmas sudorosas y posibles rubores. Produce dilatación pupilar, aceleración del ritmo cardíaco, aumento de la presión arterial sistólica, respiración más profunda y suspirosa, con consecuente sobredosis de oxígeno, y mejor capacidad muscular.

ENDORFINAS

 

El cuerpo también libera endorfinas que producen sensación de bienestar e incluso euforia, también ayudan a equilibrar las emociones, y calmar el sistema alterado, cuando el objeto de atención no esta presente.

 

por que experimentamos amor

 

Del enamoramiento inicial al amor a largo plazo

 

Este coctel neuroquímico mencionado, es responsable de los síntomas del enamoramiento, pero no duran para siempre. Y qué bueno que es así por que el cuerpo no podría soportar tales demandas. Otras sustancias están involucradas en la formación de lazos mas profundos, y contribuyen a la formación de vínculos emocionales prolongados y mas duraderos como la oxitocina y la vasopresina. Aunque al inicio Activan el sistema de recompensas mediado por dopamina, niveles altos de estas hormonas,  pueden interferir con los caminos de la dopamina y la norepinefrina, reduciendo sus efectos, lo cual puede explicar por qué con el tiempo la sensación de apego crece mientras que la locura apasionada del amor decae. 

La estimulación del cuello uterino y los pezones durante la intimidad sexual son potentes liberadores de oxitocina cerebral, lo que podría explicar por qué mujeres son más propensas a crear vínculos afectivos con sus compañeros sexuales. El interés por estas hormonas, debido a su potencialidad como drogas pro o antiamor va en ascenso,  pero de eso te contaré en este otro artículo.

Feniletilamina y el coctel neuroquímico del amor

 

En los 80 se formuló una teoría que involucraba feniletilamina,  un derivado de la Fenilalanina, precursor de dopamina y noradrenalina, como el  desencadenante del amor romántico, sin embargo, hasta ahora no se ha encontrado evidencia al respecto. La historia de que  el deseo por el chocolate rico en fenilalanina, post ruptura romántica,  está relacionado con la depleción de este compuesto, es una leyenda urbana persistente.

 

Amor ciego

 

Más allá de estas consideraciones todo el que ha estado enamorado sabe que el amor puede crear su propia realidad, y esto no es algo casual. Resulta que toda esta biología del amor se origina en las partes primitivas del cerebro, el núcleo emocional del sistema nervioso humano, que evolucionó mucho antes que la corteza cerebral. Esto hace que el cerebro de un ser humano «enamorado» está inundado de sensaciones, a menudo transmitidas por el nervio vago, creando gran parte de lo que experimentamos como emoción. La corteza moderna se esfuerza por interpretar los mensajes primordiales del amor y teje una narrativa en torno a las experiencias viscerales entrantes, reaccionando potencialmente a esa narrativa en lugar de a la realidad. Es a lo que llamo los impulsos eléctricos para agitar el coctel.

 

 

 

Autoregulación

 

Todos estos sistemas neurobiológicos, actúan en sincronía. Influyen unos sobre los otros en una especie de concierto neurohumoral.

Así la oxotocina actúa sobre el sistema neuroendocrino, y el sistema dopaminergico y viceversa.

Ejemplo, las relaciones seguras a largo plazo brindan apoyo emocional y regulan negativamente la reactividad del eje hipotálamo hipofisis (EHH), reduciendo los niveles de cortisol (hormona del estres).

Al contrario, los factores estresantes intensos, desencadenan la activación del eje HHE y el sistema nervioso simpático, y reducen los niveles de oxitocina.

La capacidad de la oxitocina para regular estos sistemas probablemente explica la capacidad excepcional de la mayoría de las mujeres para hacer frente a los desafíos del parto y la crianza de los hijos.

Genética del amor

 

Todos estos sistemas ejercen sus efectos a través de receptores, y el número, y tipo de receptores está gobernado por los genes.

Esto implica que la forma en que experimentamos este coctel neuroquímico varía de un individuo a otro.

A su vez la expresión de estos genes se ve influenciada por los ingredientes del coctel, y por la experiencia la experiencia individual (epigenética), lo que hace de los circuitos que desencadenan y regulan el amor sean flexibles, y cambiantes; pudiendo estos cambios ser transmitidos de una generación a otra.

 

El coctel neuroquímico del amor: Ventajas

 

Los efectos protectores de la socialidad positiva parecen depender del mismo cóctel de hormonas que llevan un mensaje biológico de «amor» por todo el cuerpo.

Involucrarse socialmente en realidad nos ayuda a lidiar con el estrés. Las mismas hormonas y áreas del cerebro que aumentan la capacidad del cuerpo para sobrevivir al estrés, también nos permiten adaptarnos mejor a un entorno social y físico en constante cambio.

Los individuos con fuertes relaciones y apoyo emocional son más resistentes frente a los factores estresantes que aquellos que se sienten aislados o solos.

Las lesiones en los tejidos corporales, incluido el cerebro, se curan más rápidamente en animales que viven socialmente en comparación con los que viven aislados.

Como solo un ejemplo, las moléculas asociadas con el amor tienen propiedades reconstituyentes, incluida la capacidad de curar literalmente un «corazón roto». El corazón parece depender de la oxitocina como parte de un proceso normal de protección y autocuración.

En conclusión, las mismas moléculas que nos permiten dar y recibir amor, también vinculan nuestra necesidad de los demás con la salud y el bienestar.

 

 

El coctel neuroquímico del amor: Desventajas

 

Por supuesto, el amor no está exento de peligros. Los comportamientos y las emociones fuertes desencadenadas por el amor pueden dejarnos vulnerables.

El amor además puede comportarse de manera obsesiva.

Las relaciones fallidas pueden tener efectos devastadores, incluso mortales.

 

El coctel neuroquímico del amor en tiempos modernos

 

En las sociedades «modernas» los seres humanos pueden sobrevivir, al menos después de la infancia, con poco o ningún contacto humano.

La tecnología de la comunicación, las redes sociales, la crianza electrónica y muchos otros avances tecnológicos del siglo pasado, podrían poner tanto a los niños como a los adultos en riesgo de aislamiento social y trastornos del sistema nervioso autónomo, incluidos los déficits en su capacidad de compromiso social y amor.

 

Implicaciones del coctel neuroquímico del amor

 

La visión del amor como una consecuencia de un cóctel de neuropéptidos y neurotransmisores antiguos plantea cuestiones importantes para la sociedad. Drogas que manipulan los sistemas cerebrales a su antojo para mejorar o disminuir nuestro amor por el otro pueden no estar muy lejos. Todavía no sabemos si las drogas usadas principalmente para tratar trastornos desde la depresión hasta la disfunción sexual, afectan las relaciones de las personas al alterar la neuroquímica, lo que sugiere que la calidad de las relaciones de los pacientes debe incluirse en la lista de variables evaluadas en estudios controlados de drogas psiquiátricas.

También introduce la posibilidad de que la variación genética pueda influir en la calidad de nuestras relaciones. Quizás algún día estarán disponibles las pruebas genéticas en farmacias para determinar la idoneidad de los socios potenciales, cuyos resultados podrían acompañar, e incluso anular, nuestros instintos de selección de la pareja perfecta.

No hablo de ficción, los avances recientes en la biología del vínculo de pareja significan que no pasará mucho tiempo antes de que un pretendiente sin escrúpulos pueda deslizar una «poción de amor» farmacéutica en nuestra bebida. Y si lo hicieran, ¿nos importaría? Después de todo, estaríamos enamorados, y el amor es ciego y loco.

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